viernes, 17 de abril de 2020

¿Por qué Nikaido fue más efectivo que Kiriyama al enseñar?


En los capítulos 7 y 8 de la primera temporada de 3-gatsu no lion se muestra un interés por parte de la segunda hermana Kawamoto por aprender a jugar shogi luego de escuchar las palabras de Nikaido en la televisión y la actitud que adopta Kiriyama de la misma. Con todo eso, Kiriyama se encuentra feliz de saber que alguien externo mostró interés en el shogi, y es por lo mismo que al día siguiente se desespera y comienza a sobre analizar la situación, mostrándose indeciso sobre qué libro comprar.

Debido a ciertas coincidencias Kiriyama y Nikaido se encuentran en una tienda y este último le recomienda un libro ilustrado de su propia autoría. Con todo esto se ponen de acuerdo y ambos van a la casa de las Kawamoto.

El problema reside en la falta de habilidades comunicativas que tiene nuestro protagonista, ya que al momento de enseñar comienza a lanzar mucha información de golpe a una principiante, lo que ocasiona que desde antes de empezar si quiera a jugar ya tilde al juego de "complicado". Esto se lo hace saber Nikaido al ver la expresión de Hina y le recrimina a Kiriyama que debe hacer ver al shogi como algo divertido y cercano, y no como algo complejo y elitista que solo los genios son capaces de dominar. Nikaido, quien hasta ese punto solo se había limitado a observar, saca su libro ilustrado que contiene diferentes tipos de gatos que representan las diferentes piezas del juego, comienza a presentar la particularidad de cada gato de una forma carismática y divertida, haciendo que incluso la hermana pequeña, Momo, se interesara por ello.
Como ya habrán visto el título de esta publicación es una pregunta, una que tiene una respuesta bastante obvia y que de hecho se respondió en el párrafo anterior, pero es precisamente por esta situación que quiero hacer hincapié en las diferentes formas que todos tenemos de acercarnos a un juego. Este tema, más que tratarlo desde una visión objetiva, prefiero hacerlo desde una visión más personal, agregando ciertas situaciones que ocurren cuando no se enseña de forma correcta el shogi.

Lo que quiero decir con las palabras "enseñar mal" no tiene nada que ver con nivel ni rango dentro del juego, me refiero principalmente a la clase de introducción, de explicación y entendimiento de los conceptos más básicos de juego. Esto ocurre mucho en occidente en general, debido a que el Shogi es un juego originario de Japón es natural que no estemos muy familiarizados con él, lo que nos lleva a ciertos prejuicios y a catalogarlo como "complicado" o "difícil" sin tan solo darle una oportunidad, esto le ocurre a una persona al ver los ideogramas japoneses, ya que, a diferencia del ajedrez donde las piezas se diferencian por su forma y resulta fácil a la vista distinguir una de otra; en el shogi no pasa, ya que las piezas son solo trozos de madera uniformemente cortados, cuyas diferencias no se ven a simple vista. Es por eso, que el rol y la responsabilidad que tenemos los que enseñamos a jugar a los demás, es tratar de eliminar esos prejuicios e incitar a la persona a darle una oportunidad, tratando de hacer una clase divertida, una donde el aprendiz se olvide de sus preocupaciones y que genuinamente la pase bien.

Hablando ya de un ámbito más personal y recordando mi primer acercamiento a este juego considero que seguí jugando porque las personas que estaban enseñándome se lo pasaban bien, y yo al mismo tiempo quería sentirme de la misma manera, quería experimentar las diferentes emociones que me podría dar un juego que a primera vista se me hacía complicado y al final me volví adicto a ello; me volví adicto a perder, y la frustración que conlleva, pero que con ello viene un gran sentimiento de admiración y de margen de mejora; donde conocí la satisfacción de la victoria y la rivalidad entre dos personas que se hicieron amigos gracias al Shogi, donde además de la victoria y la derrota sabes que lo más importante... es el momento, el momento junto a tus amigos que se ríen de tí por hacer una jugada estúpida, o de un jaque mate brillante que salió por arte de magia.

Si alguien que no esté familiarizado con el shogi lee esto, encontrándose tal vez intrigado ante una página tan curiosa, me gustaría haber sido capaz de trasmitir bien mi amor por el Shogi.

Voy a terminar esta pequeña reflexión (tal vez algo emotiva) diciéndoles que el shogi se trata de conectar y de conocer gente, se trata de tener un mundo enorme frente a ti, donde alguien de la otra punta del mundo sabe que existes, y donde el shogi se encuentra floreciendo cada vez más, convirtiéndose día a día, en una flor hermosa; y los que tenemos el deber ayudarla a florecer, somos todos nosotros.