jueves, 16 de abril de 2020

Cargas que se Convierten en Esperanza


Ambos van iguales en victorias y derrotas, Shimada, por su parte, quiere obtener su primer título, para que la promesa que hizo con los ancianos de su pueblo pueda ser cumplida, para darle al cartel colgado en aquella estación de metro un significado. Por otra parte Yanagihara, siendo un anciano y el jugador más veterano, ha visto a muchos de sus amigos caer por el cruel mundo del shogi profesional, retirándose y dejándolo con múltiples promesas que él considera como "pesos innecesarios" hasta ese momento.


Mientras se acerca el día del encuentro ambos jugadores se ven en cierta forma condicionados por factores externos, a Shimada por ejemplo le aterroriza el increíble carisma que posee Yanagihara y también el hecho que la última partida del torneo Kishou (uno de los siete títulos de Shogi) se juegue en la ciudad de este último; Por otra parte, Yanagihara recibe la noticia que a uno de sus amigos le pidieron la renuncia en el trabajo, la conversación está llena de joyas narrativas y de profundidad que harán a Yanagihara pensar durante la partida.

Realmente me gustaría recalcar el trasfondo de la partida más que las jugadas en sí, ya que en este mismo momento es donde el personaje de Yanagihara tiene su catarsis argumental en la obra, antes y durante la partida se puede ver a Yanagihara débil, con un cuerpo que claramente ya no lo acompaña, uno arrugado y frágil, esto se da a entender tanto por cosas tanto sutiles como de manera explícita, tales como la posición que adopta al sentarse frente a su oponente o también el momento donde se le ve tomar múltiples medicamentos.

Viéndolo desde un punto de vista narrativo y visual es algo hermoso, se plantea la idea de qué siente una persona en la tercera edad, y se ven las dos caras de la misma moneda, donde el amigo de Yanagihara, Gan-chan,  se siente inútil y está frustrado, mientras que Yanagihara está aun luchando por obtener el sueño que todos aquellos que no pudieron acompañarlo le encomendaron. También vemos cómo su generación lo ve, ya que Gan-chan se siente de esa manera porque no puede soportar ver a su mejor amigo avanzar solo ya que tiene la sensación de estar abandonándolo. Con todo esto, en medio del monólogo de Gan-chan, este último dice una frase que quedará en la cabeza de Yanagihara durante toda la partida: 

"Es como si estuviera en un campo calcinado"

Bajo estas circunstancias el telón de la partida se abre con planos de la habitación y con una constante introspección por parte de ambos jugadores, en una partida totalmente igualada y donde por momentos se le puede ver a Shimada con un ligera ventaja. 

Y es precisamente cuando Shimada comienza a tener ventaja en el juego que Yanagihara comienza a resignarse y a aceptar su derrota, despojándose poco a poco de las vendas dejadas por sus compañeros que simbolizaban sus promesas. Es entonces cuando Yanagihara comienza a recogerlas desesperadamente, aquellos "pesos extras" realmente eran aquellas vendas que lo amarraban y lo mantenían firme en un campo que aún estaba en llamas.

Shimada, por su parte, antes del torneo venía con una racha de derrotas, donde nadie ya confiaba en él, donde Shimada tuvo que desmoronarse y reconstruirse desde cero de nuevo, con una capa más fuerte, que le dio el derecho de ser el aspirante al título.

Ambos reconocen a su rival, el monstruo que pese a ser un anciano aun se mantiene en la clase A contra el discreto jugador que a puro esfuerzo y trabajo duro se ganó su lugar en la final, uno es el héroe de su generación y el otro la esperanza de un pueblo donde cada vez hay menos personas.

Se presume que fue una partida que todos los jugadores de shogi profesionales desearían tener, donde Yanagihara había superado sus límites y Shimada se aferraba a la victoria.

Al final todo se decidió con una sola palabra de Shimada 8-Dan, otorgándole así el título Kishou perpetuo a Yanagihara, frente a los gritos de felicidad por parte de la audiencia por el triunfo de su ídolo, este último se pone de pie y se retira lentamente, con un cuerpo encorvado y con dificultades para mantenerse de pie, mientras que por otro lado Shimada se encuentra devastado por perder una vez más.


(Se cierra el telón)